sábado, 6 de octubre de 2012

Unos días en San Diego (parte I)

San Diego es, por población y con 1.326.179 habitantes, la octava ciudad más poblada de Estados Unidos. Fue fundada en 1769 por el mismo fraile  mallorquín que dio nombre a otras ciudades (misiones por aquel entonces) tan importantes como pueden ser San Francisco o Los Ángeles, y es famosa por su zoo, su acuario, su centro histórico, la Comic-Con, su base naval y su cercanía a la vecina nación de Méjico, concretamente la frontera con Tijuana. Es sin duda una metrópolis con alma de ciudad pequeña y cercana, en la que se respira el espíritu californiano y en donde cohabitan gentes pertenecientes a todas las culturas del planeta.

Bahía de San Diego. Al fondo se aprecia un enorme portaaviones (no sé qué clase es)
El primer día que llegamos a San Diego (concretamente a la UCSD en La Jolla, a unos 21 kilómetros del downtown) nos quedamos dando vueltas por el sitio en el que vive Edu, socializando con sus vecinos y futuribles amigos y conociendo un poco como es el campus. Cabe destacar el buen tiempo, la cantidad de eucaliptos que había -parecía los Baños del Carmen- y especialmente la impresionante arquitectura de la biblioteca y símbolo de la universidad, la Geisel Library:

Imponente vista de la Geisel Library. ¿Te recuerda a algún edificio?
Os recomiendo ampliar la foto hasta su tamaño original, ya que me doy cuenta de que al fondo a la izquierda se ve una de las obras de arte que hay esparcidas por el campus, en este caso una casa de madera adosada a un edificio. Añadir que la leyenda de la foto no es una pregunta retórica, ya que los artistas de la película Origen (Inception) se inspiraron en la magna sala de estudios para diseñar la fortaleza final de la nieve (no spoileo más):

Nunca las bibliotecas fueron tan peligrosas

Esa misma tarde, y después del menú de rigor en un restaurante de comida rápida, hicimos una excursión a los acantilados de La Jolla junto a un extenso grupo de guiris para ver el idílico atardecer en el pacífico, que realmente impresiona mucho aún teniendo en cuenta que he visto el del Mediterráneo durante el 90% de mi vida. Ver el Sol desapareciendo bajo las aguas del mar, perdiéndose en una miriada de tonos rojizos, es como ver curarse una herida de manera milagrosa, la satisfacción del trabajo bien hecho, de un buen día y una noche de verano...

"Jorge, fotógrafo"

 Al día siguiente, y con afanes consumistas, nos dirijimos a la mismísima frontera, al Las Americas Premium Outlets. Y cuando digo la frontera, realmente me refiero a eso. En su momento, el poco popular presidente Bush hijo intentó construir una valla (os recomiendo leer el enlace, las declaraciones de George no tienen desperdicio) que abarcase toda la frontera entre EE.UU y Méjico, pero por razones políticas y económicas dicho proyecto no se llevó a cabo de manera completa. De cualquier modo, en zonas tan pobladas como el nexo San Diego-Tijuana si que hay muros desde hace bastante tiempo, y si no observad las indicaciones que señalizaban junto al aparcamiento y lo cerca que estaba el muro fronterizo con Marruecos Méjico:

No Parking for Border Crossing Purposes


Nos vemos pronto Tijuana
Compramos un par de cosas (estoy especialmente orgulloso de unas bermudas vaqueras Levi's® que me costaron doce euros al cambio) y dimos una vuelta por prácticamente todas las tiendas. Fue un día de poca interacción en inglés, ya que todos y cada uno de los dependientes eran de origen hispano, y unas cuantas veces nos preguntaron de dónde veníamos y que hacíamos tan lejos de la madre patria.

Y es que a veces me lo pregunto yo, ¿qué hago tal lejos del jamón ibérico?

¡Continuará!


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